Allende Gil de Biedma, Bárbara
Autoría
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Porque es fuerte el amor como la Muerte, implacable como el sol la pasión. Saetas de fuego, sus saetas, una llama de Yahveh. Grandes aguas no pueden apagar el amor, ni los ríos anegarlo
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Retira de mí tus ojos, que me subyugan
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Sus manos, aros de oro, engastados de piedras de Tarsis
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Su cabeza es oro, oro puro
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El alma se me salió a su huida. Le busqué y no le hallé, le llamé, y no me respondió
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Me levanté para abrir a mi amado, y mis manos destilaron mirra, mirra fluida mis dedos, en el pestillo de la cerradura
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Tus brotes, un paraíso de granados
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Miel virgen destilan tus labios, novia mía. Hay miel y leche debajo de tu lengua
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¡Qué sabrosos tus amores! ¡más que el vino!
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Me robaste el corazón, hermana mía, novia, me robaste el corazón con una mirada tuya…
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Palomas son tus ojos a través de tu velo…
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Salid a contemplarla, hijas de Sión, a Salomón el rey, con la diadema con que le coronó su madre el día de sus bodas, el día del gozo de su corazón
